Wednesday, April 15, 2015

“Un mensaje directo a otros países latinoamericanos en procesos independentistas”


This feature in the Honduran paper La Tribuna offers a small selection of quotes from deputies arguing for and against a special US Marine unit operating out of Palmerola. Here are two of the arguments against the plan:
Doris Gutiérrez: “Ocupación nos parece violación a soberanía”
Doris Gutiérrez (pinuista, FM):
“Estamos de acuerdo que existan convenios de cooperación entre Estados Unidos y Honduras, sobre todo en materia de asistencia humana y asesoría en educación y otros campos afines, pero la ocupación del país por marines, aunque sea por poco tiempo, nos parece una violación a la independencia y a la soberanía de nuestra patria. Tampoco apoyamos plataformas para amenazar otros países”.

Scherly Arriaga: “No queremos ser plataforma”
Scherly Arriaga (Libre, Cortés):
“Honduras es un país de paz, no queremos ser plataforma militar de ningún país, es una violación a nuestra soberanía, Honduras no necesita ni militares ni armamentismo. Consideramos que la presencia de más tropas es un mensaje directo a otros países latinoamericanos en procesos independentistas y, en ese sentido, es inaceptable porque Honduras no puede ser escenario de guerra”.
Their concerns are especially relevant in light of the history of the base. This editorial notes that the permanent base began in the ‘80s as the site of an allegedly temporary operation to support the contras in Nicaragua. As the editorial argues, two aspects of that history are particularly important. First, smaller, “temporary” missions of any sort overwhelming tend to expand in scope and to become institutionalized. Second, the base has always provided a staging ground for US actions against other countries in the region. In the current context of social change in the Americas, including unified pushback against US and Canadian interference and aggression, the force would rightly be regarded as menacing.
…El tema es, para nuestro entendimiento, de alta dimensión porque la temporalidad en estos casos es muy susceptible de alargamiento, de prórrogas, de modificaciones. Palmerola es, en este sentido, ejemplar. Se estableció como “albergue temporal” para la intervención en Nicaragua de contrarrevolución, pero fue quedándose con nuevos objetivos, de acuerdo al inconfeso proyecto original.

Naturalmente, el estrechamiento de las relaciones del gobierno de Honduras con el Comando Sur es ahora demasiado sugestivo. De ahí las inquietudes en relación con la presencia militar estadounidense, independientemente de sus motivaciones reales o supuestas. Los tiempos han cambiado, y en este caso la externalidad ya es de ámbito continental. Quiérase o no, eso afecta las relaciones entre Estados, pueblos y gobiernos.

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